El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y este año se centra en la restauración de ecosistemas bajo el lema «Reimagina, recrea, restaura». El objetivo es proteger y reparar el daño ocasionado en el planeta para prevenir la catástrofe climática, frenar la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
En este sentido, la restauración de los ecosistemas es imprescindible para mejorar la vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad que provoca la desaparición de especies vegetales y animales.
Invertir en los ecosistemas es invertir en el futuro, y esta restauración es una tarea global de gran escala. Implica reparar miles de millones de hectáreas de tierra, proteger plantas y animales que hoy están al borde de la extinción; y también incluye pequeñas acciones que todos podemos realizar: como cultivar árboles y huertas, elegir envases reutilizables, compactar los desechos y depositarlos en el contenedor adecuado, compostar desechos en casa, o limpiar residuos de ríos y costas.
La ONU Medioambiente publicó una guía práctica con una introducción a muchas de las acciones que pueden aplazar y detener la degradación de los ecosistemas y fomentar su recuperación.